22/8/09

"No me Juzgues"


Espero q os guste...



“No me Juzgues”



By: Natsuky



-¿Desea otra taza de Té, princesa Katherine? – me pregunta dócilmente la sirvienta.


-No me apetece en este momento- rechazo amablemente con una sonrisa.


-¿Hoy va a pasear por los jardines del palacio?


-Yo…no, hoy no- respondí acercándome al ventanal que estaba al lado de mi cama –Hoy voy a quedarme aquí, en mi habitación…-susurré sin apartar la vista de la ventana. Se veían los jardines del palacio perfectamente arreglados con rosas y claveles floreciendo por doquier, fuentes de piedra esculpida con agua fluyendo abundantemente y numerosas aves de colores bañándose en ellas. Pero yo pasaba por alto todo aquello, ya que mi vista no se separaba del horizonte, anhelando poder verlo al fin a él


-Entonces, si no se le ofrece nada más, me retiro señorita- dijo cortésmente la sirvienta, me di media vuelva para mirarla y asentir con la cabeza levemente – No se preocupe princesa, tenga fe, ya verá que muy pronto el príncipe Antoni regresará por usted – y desapareció tras la puerta dejándome con una sonrisa en los labios por sus palabras de aliento. Todos en el palacio me decían lo mismo, incluso yo me lo repetía incansablemente noche tras noche…



Era difícil esperar…



Suspiré por tercera vez en el día y traté de sonreír, después de todo a mi querido Antoni no le gustaría verme triste.


Comencé a caminar por mi habitación para distraerme, tenía miles de adornos y detalles como decoración que me encantaban, habían varios jarrones grabados con hermosas flores recién cortadas, la mayoría eran claveles del jardín, también tenía un tocador de madera tallada y un espejo a juego.

Me acerqué al espejo, el vertido que llevaba puesto era uno de los que más me gustaban, la tela era fina y delicada de color lila suave con cintas blancas y otros adornos que combinaban con mi largo cabello rubio que caía por mi espalda con un flequillo en mi frente cerca de mis ojos azules.


Tomé el cepillo del tocador y lo pasé un par de veces por mi cabello, aunque no era necesario por que no tenía ni un pelo fuera de lugar, me encantaba arreglarme, creo que era un poco coqueta.

Me acerqué de nuevo a la ventana para quedarme observando el horizonte nuevamente por un largo rato, como era mi costumbre.


De pronto escuché el sonido de un portazo, asustada me di la vuelta viendo que un hombre había entrado a mi habitación, era un individuo muy extraño, vestía una bata blanca sobre su traje, tenía el rostro serio y el cabello negro lo que hacía que su semblante pareciera aún más sombrío.


-¿¡Quién es usted?! – pregunté asustada.


-Carla, cálmate, no empieces a gritar Dijo en tono serio el hombre acercándose y tras él venían un trío de mujeres uniformadas de blanco de pies a cabeza.


-¡¿Cómo se atreve a hablarle así a una princesa?! ¡Además mi nombre es Katherine! – dije con la voz algo temblorosa al tener al hombre frente a mi.


-Cálmate y tómate esto – me dijo ya perdiendo un poco la paciencia pasándome una vaso con agua y unas pastillas de colores.


-Pobrecita, dicen que si novio salió un día y simplemente se suicidó – murmuró una de las mujeres de blanco a sus compañeras.


-Si, si, y eso le causó un gran Shock, dicen que ahora cree que es un princesa y que se llama Katherine, así la llamaba su novio…creo que se llamaba… ¿Antoni? –


-¡¿QUÉ?!- grité corriendo hacia las mujeres -¡¿Qué han dicho?! ¡Cállense, el príncipe Antoni no está muerto! – grité en la cara de la mujer sintiendo como me temblaban las manos.


-¡Ya basta! – Escuché que el hombre gritaba y me tomó de los hombros girándome hacia él de nuevo acercando su rostro al mío mientras alzaba la voz - ¡Tienes que aceptarlo! Ese maldito se suicidó por sus deudas, ¡¡acéptalo y recupérate para salir de una buena vez de este maldito manicomio!!-



¿Manicomio…?



No entendía nada de lo que estaba pasando, comencé a llorar, ese individuo me asustaba y, quizá, lo que más me asustó fue que pude ver como todo a mi alrededor se desvanecía lentamente. Mi tocador de madera se esfumaba dejando un simple y ordinario mueble color blanco de metal; los floreros, adornos y candelabros desaparecieron; la ventana antes amplia y decorada con suaves cortinas y vitrales ahora no era muy pequeña y con barrotes de hierro algo oxidado al otro lado del sucio vidrio; y mi cama ahora era un mugroso catre con un colchón muy pequeño y apenas un par de sábanas blancas.


-¡¡¿QUÉ PASA AQUÍ?!!- grité aterrada volviendo a sollozar. Todo había cambiado, ahora era simplemente una pequeña habitación sin la más mínima decoración, todo era pulcramente blanco…



Desesperantemente blanco…



-¡¿Dónde estoy?! – lancé otro grito al ver que mi vertido lila ahora era una enorme bata blanca y sentía bajo mis pies el frío de las baldosas blanquecinas.


-Tómate esto de una vez – me volvió a ordenar el hombre pasándome las pastillas.


-¡Cuidado doctor! – chilló una de las mujeres cuando tiré las pastillas y empujé al hombre arañándole la cara.


-¡¡Largo de aquí, váyanse!!- comencé a gritar tan fuerte que me desgarraba la garganta - ¡¡Antoni, Antoni!!-


-¡Enfermeras, sujétenla! –


-Si doctor – y dos de ellas se acercaron a mí sujetándome de los brazos, yo comencé a patalear viendo todo borroso por mis lágrimas.


-¡¡Antoni, Antoni, Antoni!!-


-¡BASTA!- me gritaba el doctor mientras la tercera enfermera le pasaba una jeringa con un extraño líquido dentro -¡Tienes que recuperarte! ¡No sabes el daño que le estás causando a tu familia! –


-¿Mi…mi familia? – Pregunté en un sollozo - ¡Usted qué sabe! ¡Mi familia está en el palacio, cuando se enteren de lo que me está haciendo lo mandarán al calabozo y lo colgarán! – grité tratando de intimidarlo, pero el hombre no se inmutó por ello y se acercó con la jeringa.


-¡Quédate quieta! – ordenó mientras yo pataleaba desesperada, pero no pude evitar que unos momentos más tarde las enfermeras sujetaran uno de mis brazos con fuerza y aquella aguja penetrara en mi piel dolorosamente.

Lancé un chillido de dolor y poco después dejé de forcejear y comencé a sentirme adormilada. Las enfermeras me dejaron en la cama y todos salieron de la habitación dejándome sola.



Sólo se escuchaban mis sollozos…




Al fin después de unos minutos, la droga terminó por dormirme.




Escuché unos ruidos en mi habitación y lentamente abrí mis ojos…

Todo había vuelto a su lugar, los candelabros, las flores, el tocador, el ventanal, mi suave y enorme cama; Todo había regresado.


-Katherine…- escuché que me llamaban, me levanté de la cama alegre de volver a ver mi vestido lila – Ven conmigo Katherine…-escuché de nuevo y esta vez vi a un hombre al lado del ventanal.


-¡A…Antoni! – susurré eufórica al reconocerlo con su típica y radiante sonrisa extendiendo una mano hacia mi.


Corrí hacia él abrazándolo con todas mis fuerzas.


-¡Sabía que vendrás por mi! – le decía llorando…



Al fin era feliz…Tan feliz que me dolía el corazón…




Esa noche, mientras dormía, Carla sufrió un paro cardiaco y murió…



Fin




Gracias por leer...


10/8/09

Venganza




Un montón de palabras agrupadas, eso es lo q os traigo el día de hoy.
para mi gusto o percepción no esta............muy decente que digamos, pero por capricho decidí subirlo jeje, personalmente me gusta la última parte....y la descripción de...bueno del "castigo" jeje
espero q aunque seo os guste aunq sea un poco jeje (o como a mi, q les atraiga por su lado sádico XD)

Inspirado en....la apestosa vida jeje mi lado sádico (gran lado ;) ) y en la canción "Baragoku otome" de "Ali proyect" como amo esa canción! (es opening del ova de Rozen maiden ^^)






“Venganza”


By: Natsuky


Día tras día te sonreía,

Vistiendo hermosas prendas sólo para ti

Apoyándote, ayudándote, amándote

Hasta aquel fatídico día que descubrí tu traición.


No te perdonaré, sentirás las consecuencias de tus actos,

Tomaré mi espada y te cortaré sin piedad,

Cara corte por cada mentira tuya,

Degollarte es el precio por haberme engañado


Una reverencia, una sonrisa y tomaré tu mano

Te diré unas palabras dulces aparentando ingenuidad

Como si no supiera que tus labios tienen el sabor de otra mujer

No te darás cuanta cuando caigas en mi engaño.


A la luz de la luna mi vestido se agitará mientras bailo,

Aquella dulce melodía que escuchas

Es mi hechizo para atraerte a la trampa

Una última reverencia, el telón cae y quedará sólo un ganador

¿A que no adivinas quién será?


Ruégame piedad, ponte de rodillas

De nada servirá, pero hazlo,

Sólo para darme el placer de verte suplicarme,

De verte humillado a mis pies, tal como tu me humillaste.


Con gracia y elegancia te haré sufrir

Aprenderé aquella refinada arte, Que tan bien la conoces

El arte de mentir

Cuidaré de no mancharme el vestido con tu sangre


Danzaré con gracia para volver a seducirte,

Te susurraré viles mentiras, te haré picar el anzuelo del deseo

Habré perdido la razón, lo sé, pero es sólo por tu culpa.

Pero al final de este Vals de mentiras sólo uno quedará en pie.


Verás el precio de jugar conmigo,

Te arrepentirás de haber nacido.

Pude entregarte todo de mí, amarte con infinita intensidad

Pero mientras más fuerte se ama, más fuerte se puede odiar


Con una sonrisa más en mis labios

Mi espada romperá tu piel y escarbaré en ella con mis manos,

Se que en algún lugar está escondido aquello

Que me quitaste hace mucho


Soy una mujer decidida

No me rendiré hasta verte en el suelo

Gozaré pasear en una góndola por el río de tus lágrimas

Y disfrutaré verte dolido en el suelo.


Con mis uñas desesperadamente arañaré tu piel,

Ahí está! Enterrado en tu pecho lo sacaré,

Es tu corazón que dejará de latir

Desesperadamente, en algún lugar dentro de él

Ha de estar lo que me quitaste


Con lágrimas en mis ojos me encontré golpeando tu cadáver

Mientras murmurada desesperada

Desvuélveme lo que me quitaste, Devuélveme mi alma, devuélveme mi felicidad

Devuélveme mi corazón…”

Fin