31/5/09

Mi Azucena

HI! ^^
Este es un poema q hice para el día de la madre, espero q les guste.

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Mi Azucena”



De pie frente a la puerta esperaba a la que me gustaba llamar `Mi Azucena`,

Curiosamente en mi diestra sostenía una bella flor blanca del mismo nombre

que se mecía suavemente al son de mi alegre tarareo,

junto con el repiqueteo de mis zapatos nerviosos por la espera de `Mi Azucena`.


“¿Qué haces?”

Escuché de repente volteándome hacia aquella dulce y aguda voz,

Encontrándome a una pequeña y bonita niña de no más de ocho años

que tenía una Azucena como la mía y me observaba curiosa.


Le regalé una sonrisa a la criaturita,

hincándome hasta quedar a su altura

y responderle con ternura.

“Espero a `Mi Azucena`” dije con simpleza.


La pequeña al no entender me miró y señaló

“¿Esa o esta?” Preguntó señalando a mi flor y luego a la suya.

“Ninguna de las dos”

Respondí sonriendo con picardía y viendo la cara perpleja de la pequeña.


“Mi Azucena es muy diferente a estas.

La tuya no te puede sonreír,

la mía me regala sonrisas, risas, miradas de amor y comprensión.

La tuya no escucha tus penas, la mía las escucha y las consuela.


Tu flor es pulcramente blanca, mientras que la mía

sólo lo es por dentro y por fuera es una combinación,

en ocasiones graciosa, de colores de pies a cabeza, sólo depende

de cómo ella quiera vestirse para la ocasión.”


La pequeña me miraba tímidamente sin entender y

con un tímido “¿Las flores se pueden vestir?” en sus labios.

Yo sonreí con una pequeña risa y proseguí a contestarle.

“La mía si puede” y me senté en el piso para seguir contándole de `Mi Azucena`.


“Si se llegara a lastimar tu flor, esta se marchitaría de inmediato,

Pero `Mi Azucena´ es fuerte y determinada,

Se levantaría de nuevo, sin importar que pasara o cuanto dolor sufra,

y se que siempre me regalaría una sonrisa.


Cuando tu flor se marchite puedes conseguirte otra y seguir sonriendo,

Pero `Mi Azucena´ es única en este mundo

Y nunca jamás podría reemplazarla.

Su mirada, su voz, sus palabras, su calor, su actitud, todo en ella es único para mí.


`Mi Azucena´ siempre está a mi lado,

avisándome cuando estoy por tropezar y preocupándose por mí.

Ella siempre me prestará su apoyo y ayuda si mi mundo se desmorona.

Ella siempre me aceptará tal y como soy.


Mi querida Azucena perdió su libertad sin el menor remordimiento,

Entregándose completamente a mi cuidado y protección.

Ella a regañadientes soportó mis locuras

y se mantiene firme a la hora de reñirme cuando es necesario.”


La pequeña rió por este comentario y emocionada me dijo,

“¡Quiero ver tu Azucena!”.

Escuchando como la puerta tras de mi se abría volvía sonreír y le susurré

“Entonces observa bien, pequeña”


“Hijos, ¿Qué están haciendo aquí?”

Preguntó la mujer de mediana edad que entraba por la puerta.

Me acerqué a ella con la sonrisa más radiante y cálida que pude,

tal como ella lo había hecho conmigo tantas veces.


Tomé su mano colocando en ella mi Azucena blanca,

me estiré hasta quedar en la punta de mis pies y deposité un beso en su mejilla,

con la voz cálida, alegre y una fuerte abrazo le dije,

¡Feliz día de las madres, mí querida Azucena!



Fin




1 comentario:

Shinji dijo...

Soy el primero! XD

Bueno, dejame decirte que me encantó, me encantó en serio, y mucho ^^ La manera en la que describe el hijo a su madre, con todo el cariño en sima. Y me pareció tierna la niña, su forma de expresarse ^^

Hermosa, en realidad, para mi es hermosa, te felicito. Ojalá que sigas plasmando tus pensamientos y emociones en el papel/teclado XD

Sore wa. Matta ne~! (^-^)